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La historia del poeta Fearchois MacGorman data del siglo tres cuando el vivía cerca de Cahir en un fuerte grande de tierra y se dice que él mató a Lugaigh MacConn, rey de Irlanda en 212 A.C. con una lanza al corazón.
El castillo de Cahir está ubicado en la cumbre de un peñon, anteriormente un fortín y residencia de Badamair y el jefe gaélico Finn MacRadamaid quienes figuran en muchas leyendas.
Como resultado del advenimiento del cristianismo, se apoderaban de los antiguos asentamientos paganos. La abadía de Cahir tiene un pozo sagrado, Tobar Iosa. Aquí se desempeña todavía la costumbre antigua de decorar un árbol con trapos de color.
Entre el siglo cinco y el siglo once se establecieron varias iglesias alrededor de Cahir y asentamientos monásticos también. Antes de la llegada de los normandos, se dice que Conor Na Cathrach O'Brien, rey de Thomond (Limerick) construyó un fortín de tierra en el siglo doce.
En 1169 los normandos llegaron a la región. Se podía navegar por el río Suir hasta Cahir y éste se transformó en un enlace sumamente importante entre Limerick y Waterford. Los normandos eran cristianos y un priorato agustino fue fundado en la abadía de Cahir igual que en Kilccommenbeg.
Durante el siglo catorce el tercer conde de Desmond adquirió las tierras alrededor de Cahir y las otorgó a su hijo y a su hija. La familia Butler vivió en Cahir durante casi tres siglos.
En 1543 el rey Enrique Octavo, en recompensa de su lealtad, le otorgó a Thomas Butler el título de Barón de Cahir. Este período fue testigo de la disolución de los monasterios y más tierras fueron otorgadas a los Butler. Consolidaron sus propiedades y construyeron torres esparcidas por todas partes en Cahir.
Durante los años siguientes la monarquía estuvo en crisis como resultado de la sublevación de los rebeldes irlandeses. El castillo de Cahir fue secuestrado y entregado varias veces pero seguía como la propiedad de la familia Butler.
Sin embargo, la confusión religiosa durante el siglo diecisiete terminó en la exclusión del gobierno central después de la guerra de nueve años. En 1641 el castillo fue entregado a Lord Inchiquin pero Oliver Cromell se apoderó del castillo en 1650. Los Butler ya no volvieron a vivir en el castillo sino en su residencia en el campo y en Inglaterra y en Francia.
Para 1700 un pueblo bastante grande había crecido alrededor del castillo. Los molinos, la agricultura y varias industrias atraían muchos comercios a las calles lodosas. En esta época los cuáqueros habían logrado establecerse en el pueblo y William Fennell alquiló Cahir House. Vivía aquí y estaba involucrado en la industria lana. Se construyeron Cahir House y Manor Mills en la década entre 1770 y 1780 y Suir Mills y Cahir Abbey Mills entre 1775 y 1790. Lord Cahir (Richard, duodécimo barón) se casó con la señorita Emily Jeffries y juntos estaban en el mando durante la época más próspera de Cahir. Lord Cahir ocupaba un escaño en la Cámara de los Lores y se creó el título 'conde de Glengall'. Por desgracia se murió unos años después.
Las primeras dos décadas del siglo diecinueve fueron testigos de muchos mejoramientos a la finca. Se reformó artísticamente Cahir Park. Además de otros edificios se construyó el cuartel. La aristocracia consideraba Cahir como un centro muy de moda. Cahir gozaba de una prosperidad económica y los molinos y las otras industrias prosperaban gracias a la presencia del ejército.
Entre 1830 y 1840 Lord Glengall invertió muchísimo dinero en la finca y se preparó un plan detallando la construcción de las zones principales del pueblo por sus inquilinos.
El Hambre ocurrió entre 1847 y 1850 y se detuvo la construcción. Lord Glengall se declaró en quiebra y se vendieron los terrenos a varios inquilinos. Sin embargo al casarse, Lady Margaret, heredera de Lord y Lady Glengall, volvió a comprar el pueblo de Cahir. Vivía en Londres y dos superintendentes administraban la finca con bastante éxito. Ella empezó a mejorar el pueblo y Cahir fue uno de los primeros pueblos con un sistema de abastecimiento de agua en 1876 y una estación depuradora de aguas residenciales en 1914. Durante los años sesenta la mayor parte de la finca fue subastada al organismo responsable de la administración de terrenos y de este modo se terminó la tradición de propietarios aristocráticos.